domingo, 12 de febrero de 2017

Mitos griegos

Heracles( Hércules)
Las doce pruebas
Heracles era hijo de Zeus y de Alcmena, esposa de Anfitrión. Se dice que el día del nacimiento de este resonó el trueno en Tebas con furioso estrépito, y otros muchos presagios anunciaron la gloria del hijo del dueño y señor del Olimpo. Alcmena dio a luz dos mellizos, Herácles e Ificles. Anfitrión deseando saber cual de los dos era su hijo envió dos serpientes que se aproximaron a la cuna de los mellizos. El terror se apoderó de Ificles, pero Heracles despedazó a las serpientes y demostró que era hijo de Zeus. Por otro lado Hera, movida por los celos resolvió a eliminar al recién nacido enviando contra él dos terribles dragones, no obstante el niño los trituró e hizo pedazos. Palas logró que se apaciguara la cólera de Hera hasta el extremo que la reina de los dioses dio de mamar de su pecho al hijo de Alcmena.
Cuando Heracles creció Hera vertió en su copa un veneno que lo enloqueció, matando a su mujer y sus propios hijos. Como castigo fue enviado con el primo de Hera, Euristeo, para servirle por doce años. Este estimulado por Hera, siempre vengativa, le encomendó las empresas mas duras y difíciles, los cuales se llamaron los doce trabajos de Heracles. Los doce trabajos que tuvo que hacer fueron los siguientes:
  • "El león de Nemea":Un monstruo enviado por Hera. Hércules lo derrotó y aniquiló con sus propios brazos, luego utilizó su piel como indumentaria.
  • "La Hidra de Lerna":Una especie de serpiente muy venenosa de agua con numerosas cabezas que crecían cuando se cortaban. Para liquidarla Heracles recibió la ayuda de su sobrino Yolao.
  • "El jabalí de Erimanto":Heracles debía capturar vivo al Jabalí que vivía en el monte Erimanto, en Arcadia.
  • "La cierva de Cerinia":Después de un año entero de cacería, Heracles capturó viva a la Cierva que tenía cuernos dorados y estaba consagrada a Ártemis
  • "Las aves del lago Estinfalo":Se dice que ellas devoraban a animales y hombres, sin mencionar que eran muchísimas, así que Heracles tuvo que destruirlas y uso sus plumas como flechas
  • "Los establos de Augias":El rey Augias poseía enormes manadas de ganado y extensos establos, así que para humillarlo le asignó la tarea de limpiarlos en un día (algo sumamente difícil e indigno para cualquiera). Heracles tuvo que hacerlo tragándose su orgullo. Gracias a su ingenio y tenacidad, cumplió la tarea.
  • "El toro de Creta":Heracles capturó al Toro salvaje que causaba daños en dicha ciudad, y lo llevó para mostrárselo a Euristeo, después lo dejó libre.
  • "Las yeguas de Diomedes":Diomedes tenía unas yeguas muy salvajes que se alimentaban de carne humana. Heracles eliminó a Diomedes y se lo dio de comer a las yeguas. De este modo volvieron a ser mansas.
  • "El cinturón de Hipólita":La hija de Euristeo (quien gustaba estar de rodeada de lujos) deseaba el cinturón de la amazona Hipólita y a por mandaron a Heracles.
  • "El ganado de Gerión":Gerión era un Gigante de tres cabezas que guardaba su ganado en el extremo occidente. Heracles acabó con el gigante y lo llevó el ganado.
  • "Las manzanas de oro de las Hespérides":Dichas manzanas fueron regaladas por Gea a Hera el día de su boda y estaban guardadas en un jardín en el extremo del mundo. Después de matar a Lador (el dragón que las cuidaba) logró llevárselas.
  • "El descenso a los infiernos para capturar a Cerbero":Cerbero es el perro guardián de los infiernos, Heracless lo capturó tenázmente, ató y se lo llevó a Euristeo.


Perseo y Medusa

Perseo era hijo de Zeus y de la mortal Da­nae. Fue uno de los heroicos semidioses de la mitología griega junto a Heracles y Teseo.
Acrisio, rey de Argos y padre de Dánae, la había encerrado en una torre de bronce para evitar que ella concibiese un hijo, ya que un oráculo le había asegurado que su nieto lo mataría. Zeus, que deseaba a Dánae, rechazó dejar este castigo así. Visitó a Dánae en forma de lluvia de oro, de la cual nació Perseo. Acrisio, sorprendido,arrojó al mar a la madre y al hijo, pero gracias a la protección de Zeus, llegaron a salvo a la isla de Sérifos, donde Dánae y su hijo fueron acogidos por el rey Dictis, hermano del rey Polidectes de Sérifos. Perseo creció junto a su madre y el rey, pero Polidectes se enamoró de Dánae y decidido librarse del muchacho, que ya cuidaba de su ma­dre. Por ese motivo le encargó que le traje­se la cabeza de Medusa, algo imposible dada la apariencia del monstruo, que convertía en piedra al que osase mirarla.
Perseo contó con la ayuda de Atenea, que estaba enemistada con Medusa a causa de la relaciones que tenía con Poseidón, que la había violado en un santuario dedicado a Atenea. La diosa le dio a Perseo un espejo de bronce tan bruñido que reflejaba todo lo que veía y le dijo lo que tenía que hacer. Primero debería visitar a las gorgonas, tres hermanas que vivían en el norte de África  y que eran brujas que compartían un solo ojo. Perseo les robó el ojo y les obligó a mostrarle el camino para llegar a Medusa, lo cual aceptaron a cambio del ojo, que finalmente arrojó al agua para que no pudiesen advertir a nadie de sus intenciones. Unas ninfas le dieron a Perseo un casco que lo hacía invisible, un par de sandalias aladas y un saco en el que meter la cabeza de Medusa cuando la hubiera atrapado. Hermes le entregó un sable mágico.
Con la ayuda de estos artilugios, Perseo voló hasta el hogar de las otras gorgonas junto al Océano. Las tres hermanas se habían dormido y Perseo pasó delante de ellas con cuidado, sin perder de vista a Medusa sirviéndose de su escudo como espejo para no tener que mirarla directamente y evitar de ese modo que lo convertiera en piedra. Así cortó la cabeza llena de serpientes del monstruo con el sable de Hermes y la puso en el saco. La sangre derramada por Medusa originó al monstruo Crisaor y al caballo alado Pegaso.
Tras esta aventura, Perseo se dirigió a Argos accediendo al trono del lugar tras usar la cabeza de medusa para petrificar al antiguo rey. Allí vivió junto a Andrómeda, hija de Cefeo, a la cual salvó de ser sacrificada por un monstruo marino. La mujer le dio seis hijos y una hija.
Tras su muerte, la que había sido su gran protectora, Atenea, lo subió a los cielos y lo convirtió en una constelación. Ese mismo honor lo recibieron Andrómeda y sus padres. Atenea había tomado la cabeza de Medusa y la había puesto en su escudo con el que cubría sus hombros.




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